El compostaje en casa o cómo gestionar nuestros residuos orgánicos

El compostaje es una técnica que permite utilizar los residuos orgánicos como materia prima para la producción de suelo humífero o «compost».

Es el depósito de residuos leñosos, hojas, hierba, restos de comida, pieles de frutas y verduras, que son descompuestos por bacterias, microorganismos e insectos; después de unos meses se forma una masa de materia orgánica, microorganismos y nutrientes, el compost, que se asemeja al humus del sotobosque: es un suelo blando, bien ventilado y rico en minerales, excelente para nuestro jardín o huerta.

El compostaje en casa de manera práctica

Esta técnica utiliza un compostador o compositor, a veces distribuido por los municipios. Es una campana de plástico con una abertura superior para la introducción del material a compostar, y otra abertura lateral para la eliminación del compost maduro. Si tiene un jardín grande puede dejar el compostador en paz y formar un montón de compost, delimitado por una red de malla y cubierto con hojas.

Compostaje doméstico

Si el espacio es limitado, se pueden utilizar tambores perforados o cajas con tapas para evitar que entre el agua de lluvia. En cualquier caso, los contenedores deben ser sin fondo, de manera que estén en contacto con el suelo para favorecer la acción de las lombrices y otros insectos.

La acción de descomposición microbiana de la materia orgánica produce calor, y la temperatura puede alcanzar los 60° C en el centro de la masa. Para evitar que se sobrecaliente o se seque, el compostador debe colocarse en un lugar sombreado y ventilado, mezclar bien la masa en los primeros meses para mejorar la aireación y mezclar los residuos húmedos con otros cubos.

Si hay escasez de material húmedo, es aconsejable regar el compostador para asegurar la presencia del agua necesaria para la proliferación bacteriana. El abono debe estar húmedo pero no goteando.

Para que la descomposición sea excelente, es necesario mezclar residuos de diferentes orígenes, tanto de jardín como de cocina. Además, se pueden añadir enzimas disponibles en el mercado para acelerar la maduración del material y eliminar cualquier olor desagradable.

Además de los materiales mencionados anteriormente, se pueden añadir al compostador restos de comida cocida, flores secas, hierbas retiradas del jardín, papel (mejor no impreso), cáscaras de huevo, ceniza de madera, posos de té y café o agujas de pino. También debe recordar qué materiales no son adecuados para el compostaje, como cualquier objeto de plástico, ceniza de carbón, tetrapak, vidrio, cerámica, metales, huesos o tejidos sintéticos.

El compost estará maduro después de unos 6-9 meses y no debe tener olor; si hay olores desagradables significará que la descomposición se ha estropeado y habrá que revisar las condiciones de humedad, temperatura, relación carbono/nitrógeno, ventilación y pH del compost.

El material obtenido es una tierra fértil útil como abono para el jardín o la huerta; se puede introducir directamente en las macetas, o en los hoyos de las nuevas plantas a plantar.

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